Cuantas veces nos sentimos solos aunque el nos dice que junto a El venceremos? Cuanto veces sentimos que nuestro Dios, en el cual hemos depositado toda nuestra fe y esperanza, se hizo a un lado y no dejó por un ratito, o a veces un rato......
7 Te abandoné por un instante,
pero con profunda compasión
volveré a unirme contigo.
8 Por un momento, en un arrebato de enojo,
escondí mi rostro de ti;
pero con amor eterno
te tendré compasión —dice el Señor, tu Redentor—.
9 »Para mí es como en los días de Noé,
no volverían a cubrir la tierra.
Así he jurado no enojarme más contigo,
ni volver a reprenderte.
10 Aunque cambien de lugar las montañas
y se tambaleen las colinas,
no cambiará mi fiel amor por ti
ni vacilará mi *pacto de *paz,
—dice el Señor, que de ti se compadece—.
Este tipo de promesas de Dios, son las que producen el efecto más grandioso de nuestra fe: Levantarnos otra vez con la certeza de que El que prometió amarnos, no dejará sin cumplir sus promesas. Dios le habla a su profeta Isaías según lo que vimos en el pasaje anterior, y le reconoce que por un momento el escondió el rostro de su pueblo. Ese pueblo era como vos y como yo, que usualmente hacemos cosas que hacen que nuestro Padre Santo Santo Santo, que nos ama con un profundo amar dificil de explicar y mucho más dificil de entender, esconda su rostro por un momento.
Por eso repito y repito lo mismo, Dios nos está llamando a su presencia, que es un lugar donde entramos en Santidad, si con nuestros actos desobedecemos a Dios, sin duda que el no podrá compartir nuestro camino. Ahí nos sentimos solos.
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